Me quedé en shock... pues, si ahora yo era Alberto, eso sólo se podía significar lo peor, con la revelación de Alberto antes del supuesto accidente, era evidente que él era el actual dueño de mi cuerpo...y que se había casado con Diego...
tomé la ropa de Alberto, y me la puse rápidamente, me dispuse a salir y buscar a estos dos cuando el hombre en la habitación me detuvo.
-Me alegra que estés bien, Alberto, tus papás y yo estábamos realmente preocupados.
El hombre me volvió a abrazar, pero esta vez fue diferente, pues pude notar un bulto en su pantalón, lo cual hizo que mi cuerpo reaccionara de una forma extrañamente distinta...
- ¡¿Qué estás haciendo?! le dije, bastante asustada...a lo cual él no le dio importancia y me comenzó a besar apasionadamente, mi cuerpo sólo pudo responder a ese impulso, sentía como mi entrepierna comenzaba a tensarse, sentía urgentemente la necesidad de liberar esa tensión, de dejar todo pensamiento atrás y dejarme llevar por ese hombre que me hacía sentir frágil, pero a la vez tan masculino, tan hombre.
- Alto, esto está mal...
-¿Qué quieres decir con eso, Alberto?
- No está bien...no puedo.... Lentamente me alejé de él para dirigirme a la salida.
Corrí a donde pudiera analizar la situación que estaba viviendo ahora mismo. Al correr, pude notar como mi nuevo aparato masculino se movía, era algo tan...excitante y diferente, que comenzó nuevamente a crecer sin consentimiento alguno...
Traté de tranquilizarme, pero ese enorme bulto estaba en su máximo, lo cual comenzó a llamar la atención, pues desde mi punto de vista, debían ser, por lo menos, unos 20cm...lo cual me hizo pensar más en este cuerpo, mis hormonas estaban como nunca, ¿Así es como los hombres se sienten? Cualquier chico que pasaba me hacía reaccionar, pensar en cómo se verían debajo de esa ropa.
Busqué un lugar dónde sentarme...rápidamente miles de recuerdos comenzaron a llegar a mi, recuerdos de Alberto y ese hombre, de Alberto y muchos otros hombres...
pero también de su vida, cosas más personales, como el tipo de perfume que usaba por las mañanas, con cuántas cucharadas de azúcar le gustaba acompañar su café por las mañanas...cosas que sólo él podía saber.
Comencé a sentirme pésimo, sabía que Alberto no tenía dónde vivir, o que no tenía trabajo...aunque también recordé la conversación que tuve con Diego, antes del "accidente" donde habíamos acordado de darle casa, trabajo y una vida nueva a Alberto...no dudé más, y me dirigí a la que era mi casa, esperando que no se hubieran ido de Luna de miel...todo menos eso...
Después de recorrer la ciudad, llegué a mi casa...o bueno, su casa ahora...esperando lo mejor.
Llegando a la entrada de la casa, pude ver como Diego estaba afuera, reparando algo del balcón.
Se veía tan guapo, tan sexy...no podía dejar de verlo, cuando notó mi presencia, dejó todo lo que estaba haciendo y corrió hacia mi.
-¡¿Alberto!? Me abrazó fuertemente, creí que te habías ido...no supimos nada de ti después de ese accidente tan repentino...¿cómo estás? ¿hace cuánto saliste del hospital? ¿por qué no nos habías visitado?....
-Diego... le dije con un tono muy serio. Desperté del accidente hace un par de horas...como sabes, no tengo a dónde ir...desperté muy asustada...eh...asustado mis ojos comenzaron a llenase de lágrimas y él sólo se limitó a darme un abrazo...sentirlo así, tan cerca de mi, nuevamente, con todo este sentimiento, me dieron ganas de besarlo, besarnos como antes, cuando nuestras vidas eran perfectas...antes que el estúpido de alberto arruinara todo.
Alberto, sabes que no debes preocuparte de nada, aquí hay espacio más que suficiente para ti, te prepararé tu nueva habitación y un baño, que parece no te has tomado una ducha desde hace mucho... bromeó
Pero, ¿y lo que estabas haciendo? se veía un poco importante.
Nada es más importante que la recuperación de mi hermano de otra madre. me dijo, con esa sonrisa que veía todas las mañanas al abrir los ojos.
sentía como mi vida se caía a pedazos, el hombre que amaba, había desaparecido de mi vida, todo por un capricho de un ex-amor suyo...
Caminamos a la casa, entramos a la habitación de huéspedes, la que está en el primer piso. Me intrigó la idea de dónde estaría el verdadero Alberto, y qué estaría haciendo con mi cuerpo...
Y....Diego...¿cómo te va en tu nueva vida de casado? Pregunté tratando de sonar como cualquier amigo que ve después de mucho a su recién casado mejor amigo...
Pues...me va....bien, supongo. Me preocupó escuchar eso...
¿Solo "Bien"?
Sí, quiero decir...amo a Cris, la noche de bodas, fue una fiera, nunca antes habíamos disfrutado tanto como esa noche, pero después ya fueron cambiando las cosas...no lo se, antes Cris era tan diferente, ayudaba a los demás, salía a ver a su familia...ahora parece que sólo quiere estar conmigo, ir de comprar y verse "bonita" sólo para mi.
Sabía que algo no estaba bien, y que Diego comenzaba a darse cuenta que Algo pasaba con "Cristina" ...Tenía que empezar a investigar cómo regresar a mi vida, recuperar al amor de mi vida...todo....
Continuará....
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¡Hey! Espero que les haya gustado la segunda parte de la historia, recuerden que para seguir publicando, quisiera ver más actividad de los usuarios que ven el blog.
Saludos, Oz.
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